Cada día que pasa uno se acuerda de lo histórico que fué el 3 de septiembre para los que nos gusta el baloncesto: España apabulló a Grecia en la final del mundial de Japón. Acabó el campeonato invicta y demostrando un juego y una superioridad digna del verdadero "Dream Team".
Todos los tributos que se hagan serán pocos para recordar aquello.
Supongo que los treintañeros como yo se acordarán de las palizas que nos metian los yugoslavos, los soviéticos y los americanos, eran partidos imposibles en la mayoría de ocasiones. Ahora las cosas han cambiado y todo el mundo puede ganar a todo el mundo.
Esta generación ha hecho historia y yo lo único que puedo hacer es mostrar un wallpaper que hice como homenaje a la selección:
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