martes, 1 de abril de 2008

Draženu Petroviću, hvala.

En junio del 93, Drazen Petrovic se mataba en un accidente de coche en Alemania. Se dirigía a jugar un encuentro de preparación con la selección croata. El último encuentro que disputó fué un Croacia-Eslovenia.

Venía de hacer una excelente temporada en los Nets de Nueva Jersey. Se hablaba que ya tenía apalabrada su vuelta a Europa, incluso se comentaba que iba a ser en el Panathinaikos griego. ¿Sentía añoranza Drazen de las pistas europeas? ¿Quería sentir otra vez el calor del público europeo y dejar atrás las frías arenas americanas?
Hubiese sido el notición del año.
Habría sido la vuelta para jugar en esas pistas europeas repletas de público enloquecido... la vuelta de esos gestos hacia las gradas... la vuelta a esos piques con grandes jugadores europeos... hubiésemos podido disfrutar nuevamente de Drazen Petrovic en su máximo esplendor... ni siquiera una vuelta ahora de, por ejemplo, Juan Carlos Navarro se podría comparar a una vuelta de Petrovic.

La muerte de Drazen Petrovic fue una auténtica putada.

Yo caí rendido a los pies de Petrovic por que era técnicamente exquisito. Un avanzado a su época. Su dominio y control de balón eran infinitamente superior a cualquier jugador europeo de esa etapa.
Pionero en el uso de combos en los 1x1. ¿Quién no recuerda su típico cambio entre las piernas-por detrás de la espalda-finto-meto canasta?
Su mecánica de tiro era perfecta, lo que le convertía en un excelso tirador capaz de parar los contraataques para anotar un triple en carrera. ¿Quién usaba este recurso antes que él? O lo hacía también Oscar Schmidt o no lo hacía nadie.

Otro capítulo aparte y el más importante en este post, era su relación con el público. Si antes comentaba que había caído rendido a sus pies por su calidad técnica, gracias a sus gestos hacía el público me convertí en un fanático de Drazen.
NINGÚN jugador a estado conectado con los aficionados como él. Tenía un magnetismo especial para enamorar o enfadar al respetable.
¿Que jugador actual o pasado se dirigía o se dirige al público como él?
Drazen Petrovic conectaba con el público el 70 u 80% de las veces que metía alguna canasta.
Él jugaba para ser el mejor y en su camino necesitaba involucrar al público, sobre todo en Croacia. Una vez salió a jugar fuera su relación con el respetable fue disminuyendo hasta ser prácticamente nula en la NBA.
Petrovic parecía tener una norma no escrita; si meto un triple, canasta espectacular o decisiva debo dedicársela a la gente de mi equipo. Ellos también juegan parecía pensar. Con esos gestos, saltos, artimañas y gritos convertía a los fans en un jugador más. Como ejemplo, recordemos lo que pasaba cuando jugaba con la Cibona en su campo: tras varias acciones de Petro, el antiguo Palacio de Hielo de Zagreb (actual Drazen Petrovic Arena) se convertía en una auténtica ratera de la que era difícil, sino imposible, salir humillado.
Que se lo pregunten al R.Madrid de los Corbalán, Iturriaga, Martín, etc..., siempre salían apalizados y con ganas de matar a Petrovic.
La gente gritaba cada triple, gesto, asistencia, puño en alto, salto,... como si les fuese la vida en ello. Si Petrovic saltaba, la gente saltaba; si Drazen protestaba, todo el pabellón se metía con el árbitro; si Drazen se burlaba del contrario (recordemos la típica imagen de él y su hermano pasándose el balón en medio campo perdiendo tiempo para burrear al rival), los fans también lo hacían.
Petrovic no se olvidaba nunca de la gente. De todos los partidos que he visto y ha ganado alguna copa, no he visto ninguno en el que no haya ido con la Copa en mano para dedicársela al público.

Drazen Petrovic, el Genio de Sibenik, el Mozart del baloncesto, el Mimado europeo,... el mejor jugador que ha dado el baloncesto europeo en toda la historia del viejo continente.

Por todo esto y muchas más cosas que no me acuerdo o no me salen ahora he dedicado un clip a Drazen Petrovic.
En los DVDs de Clásicos en Acción existe una sección llamada Nostalgía donde rindo tributo a algún jugador pasado del que sentimos añoranza de su juego. La verdad es que ya tardaba en hacerle un homenaje. Aquí está:

Draženu Petroviću, hvala. (Drazen Petrovic, gracias.)
Track: Is there a ghost de Band of Horses



Gracias Drazen por hacer que se me ponga la piel de gallina cada vez que veo algún partido grabado de la Cibona en Copa de Europa.